Akapacha funciona a través de sistemas de economía colaborativa integrados en un modelo comunitario sustentable.
Cada área o proyecto surge por iniciativa de cualquiera de los miembros de la comunidad. Si hay un motor para el desarrollo (una persona motivada y empoderada para ser impulsor y fuerza de empuje) se piensa el modelo de funcionamiento, para hacerlo sustentable. Nos preguntamos qué nos mueve, qué problema o desafío viene a resolver o desarrollar, qué hace falta para conseguirlo, qué recursos ya tenemos disponibles. A partir de este diagnóstico racional/emocional decidimos con quiénes nos asociamos o a quiénes de la propia comunidad integramos.
Trazamos nuestra matriz 4d del proyecto/área, revelando recursos en las dimensiones social, cultural, financiera y tecnoambiental.
Los proyectos y áreas son abiertas, todo miembro de la comunidad puede decidir sumarse si siente que puede hacer un aporte significativo o si desea aprender un área nueva de desarrollo profesional o personal. Cada proyecto o área generan su propio modelo de organización y de planificación del trabajo.
Micro sistemas integrados
Todos los microsistemas, que hoy son: construcción natural, huerta orgánica, cocina consciente, espacio de aprendizaje para niños, almacén orgánico, ecocabañas, talleres, voluntariado y producción se integran en un modelo general. Esta relación e interdependencia genera un flujo de recursos, saberes y energía que hace al modelo sustentable; en movimiento y constante transformación. Por esa razón no nos organizamos con una planificación anual rígida sino con una brújula que, de alguna manera, se refleja en cada área y proyecto, respondiendo a los 3 pilares centrales de desarrollo de Akapacha: crear comunidad, generar prácticas de permacultura y de aprendizaje colaborativo.
Entonces, cada vez que un proyecto quiere ponerse en marcha, revisamos nuestra matriz 4D de la organización, e intentamos visualizar recursos disponibles y recursos posibles de activar, para poner a rodar la iniciativa.
Por qué hablamos de economía comunitaria
En Akapacha creemos en el equilibrio entre el proceso comunitario (tanto en su dimensión financiera como en la social y la cultural) y el proceso individual. Preservamos esa sana tensión entre el aprendizaje colectivo y las búsquedas individuales, tanto personales como profesionales. Y estas búsquedas pueden suceder dentro o fuera de Akapacha, entendiendo que el fin último de ambos procesos es el desarrollo humano de cada uno de los integrantes, desde una perspectiva colectiva.
Es por ello que el sistema resuelve la economía comunitaria: techo y alimento para todos sus integrantes. Cuando las personas tenemos estas dos necesidades básicas resueltas, podemos crecer, volar, crear, experimentar, innovar. Es lo que en las disciplinas holísticas se enuncia como el chakra raíz, nuestro piso. Si este chakra está seguro, tranquilo, podemos elevarnos hacia otras necesidades.
Cada integrante resuelve entonces su economía individual de distintas maneras. Respetamos esta decisión personal ya que cada uno es distinto y necesita distintas cosas para sentirse realizado. Y también nos gusta vivir de distintas maneras. Cada uno entonces tiene plena libertad para generar ingresos financieros dentro o fuera de Akapacha para cubrir estas necesidades. Obviamente, cada proyecto personal es apoyado por el colectivo.
Esta tensión y respeto por la libertad y decisión personal creemos que es clave, para no volver a modelos asistencialistas o paternalistas, donde los líderes de proyectos u organizaciones, a veces sin desearlo, terminan instalando relaciones jerárquicas de poder que se reflejan luego en todo el modelo de organización y también en lo relacional.
El adentro y el afuera
Akapacha es un sistema abierto. Cada proyecto o área se vincula de distintas maneras con otras organizaciones y redes, permitiendo que el flujo exista y que no se produzca un modelo endémico.
Algunas áreas esencialmente aportan a esta permeabilidad, a través del ingreso de nuevos actores en forma temporaria: el programa de voluntariado, los talleres, las canastas orgánicas, son algunos de estos proyectos hoy en desarrollo.